Durante los próximos meses el mundo estará en modo “reconstrucción”. Vamos a reconstruir iglesias, comunidades y economías. Y lo más importante, estaremos reconstruyendo vidas y familias. Un liderazgo sólido apoyado en la fe es esencial para cualquier esfuerzo de reconstrucción, y para vivir este momento de incertidumbre y prueba. Estas circunstancias son una oportunidad que nos ofrece Dios para poner en práctica nuestro liderazgo cristiano.(Don José Mª Sánchez de Lamadrid) El sábado 28 de noviembre tuvo lugar el Segundo módulo de liderazgo cristiano que continuaba con las sesiones de formación de líderes iniciadas hace unos años mediante los talleres “Descubriendo mi FORMA”. Este itinerario se retomó con las jornadas de Indagación apreciativa, en otoño de 2019, donde alrededor de 100 colaboradores imaginaron la parroquia dentro de cinco años, y analizaron las características de un líder cristiano. Posteriormente se realizaron otras sesiones identificando los dones y carismas personales para conocer qué ámbito de la Iglesia está llamado a trabajar cada uno, sirviendo eficazmente a Dios y a los demás al tiempo que desarrollamos nuestros talentos. Estas últimas sesiones son la continuación de este itinerario, y en ellas se trabajó la resiliencia y la forma en la que el sufrimiento debe ser invertido en nuestro crecimiento, viendo las claves para ganar fortaleza personal y también cómo usar las heridas para ayudar a los que pasen por situaciones parecidas. En un ambiente distendido, pero de trabajo, José Luis Orts fue desgranando los aspectos de una actitud resiliente, con ejemplos concretos que fueron ayudando a entender y ver en acción cada punto. En la segunda parte de la jornada don Jose Mª explicó cómo aprovechar el sufrimiento en cada una de las cinco dimensiones vitales: la relación con Dios y con la comunidad, nuestro crecimiento como discípulos, y el desarrollo de los dones de cara a la misión y al servicio.
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